La pequeña Emélhi galopaba incesante hasta adentrarse en la profunda y árida arena que cubría la Costa Azerí, ante el amparo que fluía en la mirada de su abuelo, Alexey.
Con sus minúsculas manos,Emélhi, tocaba la tierra dorada que resplandecía ante ella, percibiendo su esencia inerte ,tan carente de vida que la pequeña aspiraba a darle vida apretándola y hundiéndola en sus manos. Pero la arena se desvanecía entre sus dedos regresando a su incandescente y eterno sepulcro.
Finalmente ,la pequeña Emélhi gemía al sentir la impotencia de no poder otorgarle la vida.-"Mi pequeño Sinsajo "-inquirió el hombre con una sonrisa de concordia y armonía.
Tendida sobre la arena ,Emélhi lentamente fue recuperando la calma y la serenidad mientras intentaba percibir el latido de la Tierra.
-"Está viva,¿ lo notas?¿sientes como late su corazón?-dijo Alexey mientras alzaba a su rauda nieta a favor del tenue viento en donde su bello cabello áureo se moldeaba ,mientras manaba flores de colores.
.En sus adentros la felicidad,como un arroyo en una verde montaña,se difurcaba en enternos torrentes y rios de regocijos y prosperidad fundiéndose con las tenues centellas de Sol arábigo.El amor fraternal como una melodía se componía y embellecía el aire con notas de cariño y afecto.
-"Siempre estaré contigo"-Dijo su abuelo mientras la abrazaba y la enlazaba con sus brazos tostados.En el centro del Desierto arenal ,un enorme hueco negro emergió junto con un gran tempestad.La pequeña Emélhi,aterrada intento enlazar su mano con la de su abuelo.Pero ya no estaba,se había marchado para no volver.Emélhi ,con una mirada más adulta,se giró al frente para dejarse sucumbir ante la tormenta.Un grito mudo se alzó en su interior incitando un dolor creciente en su pecho,quebrantando cada trozo de la melodía compuesta con el apego y pasión de un gran amor fraterno.Sus ojos comtemplaban con castigo ,como la composición de su corazón ,ardía en sus manos.La mismas manos que una vez, intentaron dar vida.
